¿Estás construyendo de la casa de tus sueños? ¿o tienes en mente un proyecto de reforma en tu casa? Cualquiera que sea tu propósito, el uso de la cerámica, tanto azulejos como suelos, en interior y exterior; es la opción perfecta.
Sus múltiples diseños adaptados a todos los gustos, durabilidad del material, facilidad del mantenimiento y por supuesto, su belleza atemporal, aseguran una elección 100% acertada.
El mundo está cambiando y cada vez somos más conscientes y sensibles sobre las necesidades de nuestro planeta, siendo nuestros hábitos de consumo progresivamente más ecológicos y sostenibles.
A diferencia de otros materiales frecuentemente utilizados en la construcción tanto de viviendas como de edificios industriales, locales, oficinas, etc; la longevidad de la cerámica evita la necesidad de tener que reemplazarlo debido a desgaste o deterioro, tanto en exterior como en interior. Esta resistencia y sustentabilidad que ofrece aporta numerosas ventajas al medio ambiente, reduciendo las emisiones y las huellas de carbono asociadas al proceso de fabricación, el transporte y la eliminación de los deshechos ocasionados.
El ciclo de vida de la cerámica es de forma demostrable muy prolongado en el tiempo, el mejor ejemplo lo tenemos en España, dónde podemos contemplar los alicatados de la Alhambra de Granada*. Se conservan azulejos anteriores al siglo XIII, y será a partir de esa fecha cuando se desarrolle con mayor intensidad la elaboración cerámica. Usar azulejos supuso una mejora productiva, ya que la arcilla es una materia prima abundante y económica.
Numerosos estudios han demostrado que, durante un periodo medio de 20 años, los productos cerámicos, porcelánicos y piedra natural son más rentables y sostenibles que cualquier otro material utilizado para la construcción.
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